miércoles, 18 de marzo de 2015

El despido de Carmen Aristegui

En estos días, todos los medios de comunicación, nos han invadido con la noticia de que MVS rescindió la relación de trabajo que tenía con la muy admirada Carmen Aristegui, sin embargo, pocos se han detenido en analizar las causas, concentrándose sólo en los efectos.

En principio, debemos puntualizar que entre ambas personas, una moral y otra física, lo único que existía era una relación laboral, qué trascendencia tiene esto?, que la subordinación de la periodista a su patrón MVS, según la Doctrina legal, se traducía en un poder de mando, deber de obediencia, y una dependencia económica.

La inteligente periodista perdió el piso, y no quiso hacer caso de la experiencia de José Gutiérrez Vivó, quien enfrentado con su entonces patrón Francisco Aguirre, dueño de Radio Centro, igualmente perdió la batalla porque si bien es cierto que ambos en su momento han sido líderes de opinión y sobresalientes captores de audiencia, también lo es que ambos han sido únicamente empleados, vamos, asalariados, que en el momento que se enfrentan al que les paga, llevan las de perder, como en ambos casos sucedió.

Sabedores de la trascendencia del despido a la popular conductora, los dueños de la empresa argumentaron “pérdida de la confianza”, derecho que la ley laboral concede a los patrones con el sólo requisito de acreditar la conducta atribuida al empleado, en el presente caso, la conducta que motivó el despido fue la unilateral decisión de involucrar a la empresa en Méxicoleaks, lo cual va en contra de los intereses de MVS. Desgraciadamente, sus admiradores se rasgan las vestiduras y lloran amargamente por lo que llaman un “ataque a la libertad de expresión”, cuando no lo es y se trata únicamente del berrinche de una empleada enfrentando a su patrón, es decir, la vieja historia de pelearse con el dueño del balón.
Sólo queda desear que los “estudiantes” (que no estudian), los trabajadores (que no trabajan) y los profesores (que no enseñan) se dediquen a hacer plantones y bloqueos para que reinstalen a la periodista en su trabajo.

La Abogada del Tribunal.

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